La chaquetilla de cocinero es una prenda icónica, un símbolo de la profesión en prácticamente cualquier
lugar del mundo. Una pieza cuyo origen se remonta siglos atrás, y que ahora se reinventa para responder
a las necesidades de las cocinas actuales y reflejar la personalidad del chef que la viste.
Si cerramos los ojos y pensamos en un cocinero, es muy probable que la imagen que nos venga a la
mente sea la del
chef vestido de blanco impoluto, con gorro de cocina tubular y una camisa cruzada con doble solapa,
manga larga y cuello Mao. Pero, ¿de dónde surge ese uniforme?
Se desconoce la fecha exacta en la que comenzó a utilizarse la chaquetilla de cocinero, pero los
primeros registros nos hacen viajar hasta el siglo XVI, con la persecución del libre pensamiento.
Los librepensadores eran filósofos, escritores, médicos, artesanos y... también cocineros que no
comulgaban con el dogma establecido. Fueron perseguidos, encarcelados y muchos de ellos condenados a la
pena de muerte.
En esa época, muchos chefs se refugiaron en monasterios e iglesias ortodoxas cambiando su vestimenta
para pasar desapercibidos. Así, el uniforme de los chefs se hizo similar al de los militares incluso al
de los sacerdotes: túnicas largas y sombreros altos, con la única diferencia de que la de los sacerdotes
era en negro, y las chaquetillas de los cocineros se confeccionaron en gris, caqui y azul, de tal manera
que no se sabía si eran sacerdotes o militares.
Este uniforme fue cambiando a lo largo del tiempo, pero mantuvo siempre su esencia práctica: una prenda
de material grueso, duradero y cómodo adecuada para el uso en cocina.
La chaquetilla de cocinero que conocemos hoy en día tiene doscientos años de historia. En 1822, el chef
francés Marie-Antoine Carême, uno de los padres de la haute cuisine, sentó las bases del look del
cocinero que ha llegado hasta nuestro tiempo en su obra “Le Maître d’Hôtel Français”.
Ruta azteca presenta su línea de chaquetillas de cocina a la usanza del siglo XVI fabricadas en
gabardina RIO o en CASHIMIR, mismas que al ser de gala, no es recomendable usarlas en la cocina, al
estar confeccionadas en telas que no están autorizadas para cocinar, estas prendas son de GALA, mismas
que son especialmente elaboradas a tu medida y que puedes lucir en tus presentaciones, charlas,
conferencias, entrevistas etc.,